¿Por qué mi infografía no funciona?
Sabes que
Crear una infografía desde cero es una labor que requiere mucho tiempo, sobre todo si no se tiene experiencia. Hoy en día hay un montón de herramientas gratuitas que te facilitan la tarea y con las cuales en poco tiempo y esfuerzo puedes crear una infografía. En este artículo no voy a hablar sobre este tipo de herramientas porque me parece más importante otros puntos a tener en cuenta a la hora de diseñar una infografía que la herramienta en sí que hayas utilizado.
Si alguna vez has diseñado una infografía (o encargado a alguien) seguro que la has enseñado al mundo con la esperanza de que se volviese viral; pero como todo en esta vida no siempre se consigue lo que uno quiere y la frustración llama a tu puerta. Lo primero que piensas es que es mala suerte porque es una pasada de infografía ¿nadie lo ve?. Pero ay amigo/a, a veces el no eres tú, soy yo tiene toda la razón y hay aspectos que no habías tenido en cuenta a la hora de crearla.
1. ¿Tiene un objetivo claro?
Antes de empezar a pensar en cómo se va a contar la historia, hay que preguntarse porqué quiero contarla o para qué me va a servir contarla. ¿Tienes un nuevo producto y quieres enseñarlo al mundo? ¿Vas a poner cara a los datos de tu empresa recogidos de todo el año? ¿Quieres advertir de los peligros de utilizar X herramienta? ¿Quieres atraer a nuevos clientes mostrando los beneficios de tus servicios?
Si no reflexionas antes de empezar qué quieres conseguir, es absurdo que hagas una infografía porque vas a perder tiempo y dinero.
2. La información que tenemos no es correcta
Cuando queremos hablar sobre un tema, es importante investigar sobre él. Parece algo lógico pero muchas veces empezamos a escribir sobre algo que creemos que sabemos pero sin haber buscado datos que lo abalen o que se puedan contrastar.
Si por ejemplo vamos a hablar de nuestro producto tenemos que medir bien lo que decimos porque si no podemos venirnos arriba y fantasear con las cifras y eso sería engañar al cliente/usuario.
3. El guión no está bien trabajado
De nada sirve tener un millón de datos e ideas si después no están bien desarrollados. Antes de escribir un artículo lo primero que se hace es crear un esquema con los puntos que queremos mencionar y después damos prioridad a unos sobre otros. Con las infografías pasa exactamente lo mismo y además es mucho más importante porque en ella no vas a poder expresarte con texto como lo harías en un artículo.
4. Tener una estructura mal diseñada
Este punto va enlazado con el anterior. La base de una buena infografía por encima de todo es la JERARQUIZACIÓN del contenido.
Cuando tenemos un montón de datos, imágenes de referencia, etc es fácil perderse, por lo que hay que preguntarse primero qué es lo más importante y qué puntos abalan esa idea. De esta forma iremos formando un árbol que en conjunto se entenderá.
Después tendremos qué pensar en la composición global de la infografía e ir introduciendo los datos según importancia (a modo de resumen).
5. Utilizar un lenguaje no adecuado
Si en el punto número 1 hablábamos del objetivo de la infografía, en este punto quiero centrarme en el público objetivo, a quién va dirigido.
No es lo mismo una infografía científica para gente experta en el tema que diseñar una infografía para niños a los cuales quieres acercar la ciencia. Tanto el lenguaje textual utilizado como el lenguaje visual van a ser completamente diferentes, por lo que tendremos que adaptarnos a ellos en vez de guiarnos por modas.
6. No mantiene una coherencia visual
Aunque se debería, no siempre se va a contratar a un profesional para hacer una infografía, por lo que te verás obligado/a a comprar iconos, ilustraciones y en algunos casos fotografías para llevar a cabo tu infografía.
Hay que tener en cuenta la tipografía para jerarquizar el contenido (títulos, párrafos, texto adicional…); si vas a utilizar iconos, que sean de la misma familia sino parecerá que lo han ilustrado personas diferentes. Los colores, por favor cuidad los colores. Si has creado una paleta de colores antes de empezar, de repente no introduzcas un color que no tiene nada que ver ni con la paleta ni con el tema a tratar porque va a destacar pero para mal.
Con este artículo no es voy a enseñarte cómo diseñar una infografía pero al menos quiero que aprendas a mantener una coherencia. Si no sabes diseñar, contrata a alguien. Si no tienes dinero para hacerlo, investiga cómo hacer una infografía.
7. Formato utilizado incorrecto
Depende de la historia que quieras contar tendrás que utilizar un formato u otro.
- Infografía estática: informes internos, presentaciones, artículos de un blog, contenido centrado en la marca, nota de prensa visual…
- Infografía en vídeo: presentación producto, instrucciones de un servicio, historia de una empresa…
- Infografía interactiva: datos en una web, aplicaciones en las que el usuario pueda interactuar…
8. Promoción escasa o mal enfocada
De nada sirve si has realizado un gran trabajo si después nadie se entera. Tampoco digo que empieces a compartir tu infografía a lo loco pero averigua primero donde está tu público. Puede que mandar una newsletter sea lo mejor en tu caso, o compartir en Instagram porque ahí es donde se encuentra el mayor público al que te diriges. Además, puedes crear anuncios de Facebook donde se segmentan según a quien quieras llegar.
No es mejor ni peor, simplemente es encontrar a quien de verdad le interesa lo que cuentas.
Conclusión