Diseño de unas buenas instrucciones
Aprende

¿Quien no ha ido a montar un mueble o seguir los pasos de una receta y querer matar a la persona que ha diseñado esas instrucciones porque no hay ni Dios que las entienda?. Es importante que sean claras y no tengas que leerlas dos veces para poder entenderlas. Cuando la tarea que se va a realidad es complicada o no estamos acostumbrados, unas buenas instrucciones nos salvan la vida. Sí, nos la salvan porque se puede perder el tiempo y los nervios cuando no sabes qué tienes que hacer, te sobran piezas o no son legibles. A continuación os dejo una serie de consejos para crear unas buenas instrucciones.
1. Texto
Frases cortas. Vete al grano. No es un buen lugar para divagar. La persona quiere hacer una tarea, no quiere que le cuentes un cuento. Si necesitas ampliar la información o dar una alternativa (en el caso de una receta, por ejemplo), utiliza un asterisco y al final deja un recuadro con esos consejos o dudas que puedan surgir.
Lenguaje claro y conciso. Utiliza un lenguaje sencillo y sin excederte con tecnicismos. Si tienes que usar palabras que el lector pueda no entenderlas, haz como en el punto anterior, un asterisco y acláralo al final o fuera de ese párrafo.

2. Estructura
Ingredientes o materiales a utilizar. Antes de empezar con las ilustraciones se debe presentar o mostrar los materiales que se necesitan para hacer la tarea. Puede ser más visual con ilustraciones sencillas para que te quede claro cada parte o si son elementos conocidos (ej.: Receta > ajo, perejil, leche, huevos…) con hacer una lista, valdría. Cada proyecto es diferente pero tenlo en cuenta.
Orden lineal. No mezcles tareas. Llevar un orden en el tiempo es importante para no liarte ni hacer ver al lector que lo podría hacer en otro orden. Si ocurre eso, puede que deje las instrucciones de lado e intente hacerlo por su cuenta. Él sabrá, pero debemos ayudarle.
Pocos pasos. Si ve que para hacer algo sencillo se necesitan 10 pasos, lo verá como algo difícil. Agrupa por tareas.

3. Diseño
Tipografía clara. Saber elegir una tipografía adecuada es muy importante. Piensa si se van a ver en pantalla o en papel a la hora de elegir. Y algo muy importante: el tamaño. No intentes ahorrar sitio reduciendo el tamaño de letra hasta tal punto que cueste leer. No hagas que tengamos que utilizar gafas de cerca antes de tiempo.
Jerarquización de la información. Lo que siempre digo cuando hablo de las infografías. Nada más echar un vistazo se tiene que ver bien diferenciado la zona de ingredientes/materiales, el título de los pasos a seguir y las explicaciones.
Marcar el orden de los pasos. Utiliza números para ordenador esos pasos. Parece una tontería pero cuando el diseño es confuso, con la enumeración no hay pérdida.

4. Elementos visuales
Iconos e ilustraciones. Es la base para que unas instrucciones se entiendan. Te pueden decir “Tienes que introducir X elemento en otro elemento”, pero si está mal señalado o ni siquiera se ha enumerado previamente, puede que no se entienda. Cuanto mejor estén hechas las ilustraciones (no hace falta que se haga arte, deben ser sencillas), menos texto habrá que añadir. Y por lo tanto, las instrucciones será más estándar.
Fotografía. A veces se suele utilizar fotografías para presentar el producto y mostrar sus partes. Si las ilustraciones son claras no haría falta pero se agradece que se presente el producto porque vas a verlo tal cual lo tienes.
Vídeo. Si las instrucciones se van a presentar de manera digital, un vídeo explicando el proceso, es un buen punto.
Ejemplo
Infografía presentando un nuevo producto de San Miguel. Recetas de bebidas para utilizar los nuevos sabores de cerveza.