Contrata a un ilustrador que ya encaje con tu proyecto
Comunicación
Dentro de cada proyecto es importante saber las piezas que vas a necesitar para llevarlo a cabo. Pueden ser un fotógrafo, diseñador gráfico/web, copywriter, desarrollador o ilustrador entre otros muchos profesionales. Cada uno diferente pero con un proyecto en común en el que deben encajar como piezas de un puzzle. A la hora de elegir a cada uno hay que tener en cuenta su disponibilidad, que tenga experiencia en el tema a tratar y que encaje con tu proyecto. Te puede gustar mucho un profesional, como habla de su trabajo, si le gusta su papel en tu negocio, etc, pero sobretodo el estilo.
Puedes contratar a un ilustrador con una carrera importante a sus espaldas, que tenga un rollo increíble, que su trabajo destaque frente a muchos, pero si no es del estilo adecuado, es muy probable que no salga bien el trabajo. Hay ilustradores que se mimetizan a la perfección pero al final, si hay un ilustrador que ya encaja contigo, ¿para que intentar que otro tenga que buscar el estilo para encajar con tu proyecto?. Por lo tanto, veamos algunos puntos a tener en cuenta a la hora de buscar un ilustrador.
Ilustrador con experiencia en el tema a tratar
Saber que esa persona ya ha trabajado en proyectos similares o del mismo gremio te va a dar la tranquilidad que necesitas para empezar. Siempre le puedes hablar del tema a la persona que vas a contratar, sin embargo si ya podéis hablar el mismo idioma desde el principio, mucho mejor. Es un paso que ya lo tenéis superado y podéis pasar al siguiente.
Tipo de ilustrador
La gente que no está metida en este mundo o no trata con ilustradores le cuesta creer que cualquier ilustrador no vale para su negocio. Hay muchos tipos de ilustrador:
- Infantil
- Editorial (portada o interior)
- Fantasia
- Humor gráfico
- Videojuegos
- Comic
- Publicitaria
- Moda
- Storyboards (cine, videoclips…)
- Producto o técnico
- Biológica, médica, botánica…
- Infográfica
- Mapas
- Mural
- …
Y podría seguir con una larga lista. Hay ilustradores que juegan en varios campos (Ej.: Cómic, novela gráfica, editorial…) pero hay ciertos que son tan específicos, que es más difícil que se adapte a otros. En mi caso puedo hacer una ilustración infográfica explicando un tema pero por ejemplo no encajo en el tema de la botánica. O puedo hacer una tira de humor pero no un retrato realista. Por técnica y por el estilo. Y saber eso antes de empezar a buscar un ilustrador es crucial. Antes de empezar a buscar, piensa cual va a saber su papel.
Le gusta el proyecto en el que va a trabajar
La primera toma de contacto es muy importante. Hay que mostrar cómo es tu negocio, qué quieres conseguir y cómo va a participar la otra persona en él. Puede ser un gran profesional y hacer un gran trabajo pero si a eso le añades que le gusta el proyecto, que encajáis como personas y así trabajar más cómodos, es a lo que habría que aspirar siempre. Se trabaja mucho mejor cuando te sientes a gusto en un trabajo, valoran tu opinión, lo que haces y como os comunicáis dentro de todo el equipo.
Mi experiencia como freelance ha sido muy diversa y al final me quedo con los proyectos en los que me he sentido bien. En los que he podido ir más allá en lo profesional, retarme a mí misma y además en los que me ha gustado participar. Los proyectos que luego enseño y digo orgullosa que he estado ahí. No siempre vas a tener la oportunidad de crear proyectos maravillosos que te hagan estar en una nube pero está bien tener un porcentaje bueno entre tus clientes. Y si estás leyendo este artículo desde el punto de vista del que contrata, te diré que se trabaja mucho mejor así, y de esta forma salen mejores proyectos. Y ESO ES LO MÁS IMPORTANTE.
Buena comunicación entre vosotros
Es interesante que desde el principio se marquen las vías de comunicación y cuándo va haber reuniones. Si una de las personas necesita continuamente a la otra y hablar 20 veces al día por whatsapp, email o teléfono y la otra persona no lo necesita porque tiene claro su trabajo y el de la otra persona, será difícil encajar. Cada uno tenemos nuestro método de trabajo y precisamente por eso hay que buscar el punto medio en el que ambas partes se sientan cómodas. Lo mejor es hablar claro desde el principio antes de que se compliquen las cosas por malos entendidos.