¿Qué tiene una buena presentación?
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Si cuando escuchas la palabra presentación solamente estás pensando en conferencias, estás equivocado/a. Es verdad que una buena presentación puede ser el soporte que pone la guinda a tu discurso pero este mundo no se queda ahí. En el ámbito de tu empresa la comunicación es clave y juega un papel importante por lo que ya sea para crear un discurso frente a tus socios o inversores, dar formación a tus empleados o simplemente contar la historia de tu producto a tus clientes, en necesario invertir en una buena presentación.
1. Formato adecuado al medio en el que se expondrá

Antes de crear una presentación hay que tener en cuenta una serie de detalles.
- ¿A quién te diriges? Puede ser que des un discurso para vender tu idea a posibles inversores o socios o estés dando curso como hemos comentado antes.
- ¿Dónde se va a proyectar las diapositivas? Quizás quedes con un cliente y vayas a mostrar una idea en el iPad. Des una charla en un lugar que caben 30 personas. O también puede ser una charla delante de 200 personas. Hay que tener en cuenta el tamaño de letra, cómo vas a dar el discurso (en cuanto a contenido), la iluminación que habrá, etc.
2. Coherencia tanto en el contenido como el orden del mismo

Toda charla tiene que tener un inicio, un nudo y un desenlace para que haya un orden lógico y el espectador no se pierda. Ten en cuenta qué quieres contar y sobretodo con qué quieres que se quede el espectador. Al final se trata de contar una historia, la cual debe llegar para que después se acuerden.
3. Ritmo adecuado para no aburrir al espectador

Una vez que has pensado qué quieres contar, a quién te dirigirás y cómo será la estructura, tienes que pensar en cuantas diapositivas te vas a basar. No se trata de crear diapositivas a lo loco, hay que crear un esquema de cada parte y hacer un storyboard (aquí te cuento más sobre la importancia de tener un storyboard) para no ir a ciegas.
Además, es muy importante que no sean todas iguales ni en cuanto a esquema ni a contenido. No puedes tener 50 diapositivas y que todas sean listas, por ejemplo. No aportarían mucho y tampoco te apoyarían en el discurso.
4. Diseño acorde al público al que te diriges

Tanto la elección de colores que utilizarás, la tipografía o simplemente el lenguaje será diferente según quien vaya a ver tu charla o discurso. Siempre que digo a mis clientes que piensen a quien se dirigen me acuerdo de una anécdota que me ocurrió cuando estudiaba dietética y nutrición. En segundo año tuvimos que dar una charla sobre alimentación equilibrada a un grupo de alumnos de la ESO. La charla (tanto el contenido como las diapositivas) estaba ya creada de otros años y ésta había sido impartida a alumnos de 1ªESO (unos 12 años) y a nosotras nos tocó darla para un grupo de 4ªESO. La profesora en cuestión no dejó que adaptásemos la charla y fue un auténtico desastre. Chavales de unos 16-18 años se sintieron estúpidos de cómo les teníamos que hablar y la verdad es que fue una situación bastante complicada de llevar porque no nos sentimos nada cómodas. Desde el minuto 1 sabiámos que lo estábamos haciendo mal. Fueron los 10 minutos más largos de mi vida.
Por lo tanto, pensad primero antes de crear una presentación, sino puede que la charla esté fuera de lugar y no sirva para nada.
5. Jerarquización clara del contenido

Piensa en el título, en los párrafos y en el texto a resaltar. No te olvides del tipo de fotografías que vas a utilizar, a pantalla completa, junto a texto, etc. Siempre hay una jerarquización del contenido y dependiendo del tipo de diapositiva llevará un orden u otro.
6. Tipografía adecuada para el contexto en el que se expone

Todo buen diseño cuida la tipografía ya que de su elección depende la legibilidad. El tamaño, el color, el contraste con el fondo. Además, como se ha comentado en el punto 1, no es lo mismo mostrar un pdf que se verá en un ordenador o iPad que una presentación en una sala en la que caben 200 personas. Ten en cuenta eso.
7. Texto exacto para comunicar sin distraer al público

Lo peor que puedes hacer es crear diapositivas con mucho texto. No puedes dejar que el público se pare a leer un párrafo enorme mientras tú hablas porque al final no se van a enterar ni de lo que dices ni de lo que hay escrito. Lo más importante: titulares y frases cortas que apoyen tu discurso.
8. Imágenes de calidad y profesionales

Aquí como diseñadora os pido un favor: No utilicéis imágenes que vengan por defecto en el programa. Hay miles de bancos de imágenes gratuitos o accesibles para todo el mundo. Y si la charla o discurso es para presentar un producto propio, invierte en fotografías del mismo. La gente necesita ver cómo será.
9. Imágenes que ayudan a tu presentación, no distraen

Las imágenes tienen que ser acordes con tu discurso (en cuanto a estilo) y además captar la atención del espectador. Tómate tu tiempo a la hora de elegir qué imágenes vas a incluir. No cojas las primeras que te encuentres. Piensa qué quieres decir con esa imagen y busca.